Con la mirada fija en la pantalla, los espectadores disfrutan al aire libre de la película “Mi villano favorito 3”. Los niños, cargados de golosinas y bolsas de pochoclos caseros, intercambian algunas risas y comentarios hasta que la proyección finaliza y un nuevo público se incorpora para la segunda función en San Pedro de Colalao.
Destinado a residentes y turistas que buscan experimentar una noche de películas diferente, esta propuesta continuará funcionando en la villa turística los viernes, sábados y domingos durante las próximas semanas. “A la gente le encanta la idea, vienen en familia y disfrutan de estrenos que pasaron por el cine recientemente. La única diferencia es que están disponibles totalmente gratuitos”, comenta Juan Cruz Abraham, responsable de la iniciativa.
“Desde que comenzó venimos todos los sábados al predio. Mis hijos se divierten bastante porque en casa no tenemos cable y las películas que compramos en la calle son de mala calidad”, describe Analía Maidana, de 35 años. Su hijo de nueve años, Pablo Maidana, está ansioso por la próxima proyección, donde verá por primera vez “Olé”. Además, se declara fan de los minions.
El cronograma contempla dos funciones separadas. La primera proyección, a las 20.45, está destinada al público infantil y la segunda función, a las 22.30, es para mayores de 15 años. “Al dividir las funciones ofrecemos una mayor variedad de películas para las distintas preferencias personales de niños y adultos”, explica Juan Cruz. La última función convocó un total de 200 personas y más de 27 vehículos, destacó.
La concurrencia es variada: hay turistas que vacacionan en San Pedro de Colalao durante el fin de semana y se suman a la propuesta o pobladores del lugar que van a compartir en familia una noche de películas. “Los domingos, por lo general, el público es local. Claro que el formato y la calidad del audio es una novedad para los turistas que desean vivir la experiencia del autocine”, detalla Nahuel Lima, playero del predio.
Los días de autocine se habilita una sintonía radial determinada para transmitir el audio de la película. “Cuando entran al predio, los visitantes reciben el número de frecuencia y la sincronizan desde el estéreo”, añade Nahuel.
“Nosotros aprovechamos el auto de mi papá para estar más tranquilos. Venimos temprano para ubicarnos en el mejor espacio frente a la pantalla y traemos un tupper con comida”, comenta Matías Serrano, de 19 años.
¿Qué pasa con quienes carecen de vehículo? No deben preocuparse porque igual pueden aprovechar la función. Además del sector de estacionamiento, el terreno cuenta con un espacio de 200 sillas ubicadas adelante de la cabina de proyección, para los espectadores que llegan a pie hasta el predio, ubicado en el acceso a la villa.
“Me gusta la idea del cine al aire libre, es divertido salir con tus amigos y poder sentarte donde quieras, el ambiente es relajado y a esta hora no hace calor”, admite María Encina, de 20 años y novia de Matías.